Por la señal de la Santa Cruz, de nuetros
enemigos, libranos Señor Dios Nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Redentor y Señor mío, me arrepiento de los pecados
que he cometido. Me pesa de corazón el haberte ofendido. Propongo
firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia
y apartarme en adelante de toda ocasión en que pueda ofenderte.
Tengo plena confianza, que en tu bondad y misericordia infinita, perdonarás
mis culpas y espero, ayudado con tu santa gracia, perseverar en el bien
hasta el fin de mi vida. Amén
1. ORACION PARA TODOS LOS DÍAS
Dios te salve, María, llena de gracia y bendita
más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y
perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa
desde el primer instante de tu Concepción: así como por
Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por
la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que
Jesucristo ha formado con su sangre.
A ti, purísima Madre, restauradora del caído
linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta
novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos
tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Acordaos, Virgen Santísima, que habéis
sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría,
sino también para salvación nuestra y provecho de todo
el género humano. Acordaos que jamás se ha oído
decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección
e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis,
pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que
yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero
crecer más en vuestra verdadera devoción.
Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la
primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande
aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además,
dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí
la petición que se desea obtener)
2. REZAR LA ORACIÓN DEL DÍA
CORRESPONDIENTE
3. ORACIONES FINALES
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo
un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre
mía. Rezar tres Avemarías.
Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de
Dios, anunció alegría al universo mundo.
ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada
Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a
tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de
la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros
nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado.
Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.
DÍAS
1 | 2 | 3
| 4 | 5
| 6 | 7
| 8 | 9
DÍA
PRIMERO (30 DE NOVIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como preservaste a María del pecado, original en su
Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio
de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así
te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre
como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA
SEGUNDO (1 DE DCIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA.
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo
Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo
pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo
y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te
rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada,
nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos
en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por
medio de una buena confesión.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA TERCERO
(2 DE DICIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como preservaste a María de todo pecado venial en
toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más
nuestras almas para ser dignos de ti, así te rogamos humildemente,
por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia
de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día
más pureza y delicadeza de conciencia.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA CUARTO
(3 DE DICIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como libraste a María de la inclinación al
pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así
te rogamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada,
nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo
nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con verdadera
libertad de espíritu, sin imperfección ninguna.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA QUINTO
(4 DE DICIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como, desde el primer instante de su Concepción, diste
a María más gracia que a todos los santos y ángeles
del cielo, así te rogamos humildemente, por intercesión
de tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina
gracia que tú nos adquiriste con tu sangre, y nos concedas el
aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la
recepción de tus Santos Sacramentos, especialmente el de la Comunión.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA
SEXTO (5 DE DICIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como, desde el primer momento, infundiste en María,
con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu
Santo, así te suplicamos humildemente, por intercesión
de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos
mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones
y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión
de cristianos.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA SÉPTIMO
(6 DE DICIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como diste a María, entre las demás virtudes,
una pureza y castidad eximía, por la cual es llamada Virgen de
las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión
de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de
la castidad, que tantos han conservado mediante la devoción de
la Virgen y tu protección.
3. Meditar y rezar la oración final.
DÍA OCTAVO
(7 DE DICIEMBRE)
Comenzar con la oraciones preparatorias para todos
los días.
¡Oh Espíritu Santo! Llama ardiente de
caridad que con el fuego de vuestro amor inflamando el corazón
de los santos Apóstoles y de todos los hombres Apostólicos,
les comunicasteis el don de lenguas para la conversión del mundo;
inflamad sagrado fuego de amor a mi corazón y mi lengua para
que siempre hable gobernado por vuestro Espíritu, y fervoroso
en la caridad, inflame a todos para que observen fielmente vuestros
divinos mandamientos; y dadme la gracia que pido en esta Novena, si
es para mayor gloria vuestra y bien de mi alma. Amén.
Rezar tres veces el Padre nuestro y el Ave María
en honor de la Santísima TRINIDAD, y terminar con la oraciones
finales para todos los días.
DÍA
NOVENO (8 DE DICIEMBRE)
1. Comenzar con el ofrecimiento y la oración
preparatoria.
2. ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo
Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro:
así como has concedido a María la gracia de ir al cielo
y de ser en él colocada en el primer lugar después de
Ti, te suplicamos humildemente, por intercesión de María
Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos
Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia
y vayamos al cielo, para siempre gozar, en tu compañía
y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.
3. Meditar y rezar la oración final.
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